Nosotros

Nuestras residencias

Un lugar donde se crece se comparte

En nuestras residencias universitarias, no sólo encontrarás una habitación donde estudiar o dormir. Aquí, desde el primer día, sentirás que llegas a un lugar donde te esperan, donde te escuchan, donde importas. Porque para nosotros, cada joven que entra por la puerta es mucho más que un estudiante: es parte de una familia.

Nuestra misión

Queremos acompañarte en esta etapa de tu vida. Que encuentres un equilibrio entre tus estudios, tus relaciones, tu interior y tus sueños. Que te sientas libre para ser tú mismo, pero también parte de algo más grande: una comunidad que camina contigo.

Por qué elegirnos

Elige un Hogar, No Sólo un Lugar Donde Dormir

0+

Años de Experiencia

0%

Atención a nuestros residentes

0Min

De las principales universidades

Inicios

HISTORIA

Descubre nuestros orígenes

Esta historia empezó con el corazón inquieto de un hombre bueno: el Padre Joaquín Alonso Hernández. Un sacerdote que soñó con un mundo más justo y creyó firmemente que la educación podía transformar vidas. En 1953 fundó la Congregación de las Misioneras de la Providencia, y desde entonces, su legado sigue muy vivo: acompañar, acoger y cuidar.

Años después, con ese mismo espíritu, nacieron nuestras residencias. Primero en Zamora, y más tarde en Salamanca, siempre con el mismo propósito: abrir espacios seguros, alegres y formativos para jóvenes universitarios.

Unidad

¿Por que elegirnos?

Hay muchas residencias, pero nosotros tenemos algo único

Crece

NUESTRO VALORES

Un lugar con compromiso real

Nuestros valores definen quiénes somos y cómo acompañamos a cada joven que vive con nosotros.

Valoramos la cercanía, porque creemos en estar a tu lado, sin juzgar, siempre con respeto y cariño. Vivimos con confianza en la Providencia, sabiendo que cada camino tiene sentido, incluso cuando cuesta verlo. Fomentamos el compromiso, animándote a crecer, a pensar por ti misma y a implicarte con el mundo que te rodea.

Ofrecemos espacios de fe, donde puedas encontrarte contigo mismo y con Dios desde la libertad. Y, por supuesto, celebramos la alegría en lo cotidiano: aquí también se ríe, se canta, se baila… porque la vida está para vivirla con ganas.